Colosales islas en el interior de la Tierra desafían todo lo conocido por la geología

Los investigadores las definen como dos "supercontinentes" alojados entre el núcleo y el manto de la Tierra.
Estructuras que reescriben la geología
Un revolucionario estudio publicado en Nature ha develado características sorprendentes de dos colosales estructuras en el interior de nuestro planeta. Estas "islas" continentales, ubicadas entre el núcleo y el manto terrestre, presentan temperaturas más elevadas que su entorno, un hallazgo que desafía el conocimiento convencional sobre la dinámica interna de la Tierra.

Estos supercontinentes subterráneos, descubiertos a finales del siglo XX, se encuentran a más de 2 mil kilómetros bajo la superficie: uno bajo África y otro bajo el océano Pacífico. Lo que hace único este descubrimiento es su interacción con un verdadero "cementerio" de placas tectónicas sumergidas mediante procesos de subducción.
Nueva tecnología, nuevas perspectivas
Los científicos han logrado un avance significativo al combinar los tradicionales estudios de velocidad de onda con una innovadora técnica de "observaciones de atenuación". Esta metodología permite, por primera vez, obtener una visión tridimensional del interior terrestre, comparable a una radiografía del planeta.
Very excited to share the culmination of a 5-year journey, now published in @Nature. We built the first-ever 3D attenuation model for the whole mantle! This was a collaboration between @UUEarthSciences @arwendeuss, @MIT and @Vassar! https://t.co/6DyqBlPATX 1/3 pic.twitter.com/aDCMmSAqJk
— Sujania Talavera-Soza (@sujaniaas) January 23, 2025
Los resultados han revelado que estas estructuras no solo presentan temperaturas más elevadas, sino que también contienen granos minerales significativamente más grandes que los de su entorno. Según Sujania Talavera-Soza, de la Universidad de Utrecht, este hallazgo sugiere que estas formaciones son considerablemente más antiguas y rígidas que las capas circundantes.
Dinámica Terrestre
Los nuevos datos, obtenidos mediante el análisis de oscilaciones sísmicas profundas, han demostrado que estas estructuras mantienen una notable estabilidad dentro del manto terrestre. Los científicos aprovecharon eventos sísmicos significativos, como el terremoto boliviano de 1994, ocurrido a 650 kilómetros de profundidad, para realizar mediciones precisas de estas formaciones.

La investigación, liderada por la Universidad de Utrecht, revela que el manto terrestre está menos mezclado de lo que se pensaba anteriormente. Los datos sísmicos indican que estas "islas" continentales permanecen relativamente estáticas, rodeadas por placas tectónicas subducidas que alcanzan profundidades cercanas a los 3 mil kilómetros.