Inicio

Feseekh: el mortífero plato de los faraones egipcios

Las autoridades alertan sobre el riesgo de consumir este platillo del tiempo de los faraones, amado entre los egipcios modernos.
Por History Channel Latinoamérica el 13 de Septiembre de 2021 a las 17:13 HS
Feseekh: el mortífero plato de los faraones egipcios-0

El Ministerio de Salud egipcio envía un comunicado cada año para prevenir los riesgos que podría ocasionar uno de los platillos salados más tradicionales de la cultura egipcia, que data de miles de años: el feseekh. Se trata de un pez de mújol fermentado que, si no se prepara exitosamente, podría causar envenenamiento por botulismo, e incluso la muerte. 

 

 

 

 

  • Una debilidad egipcia

 Peces de mújol.

Peces de mújol.

Sin embargo, el platillo era una debilidad para los egipcios antiguos y sus faraones, quienes tenían una especie de “esquizofrenia personal” con el menú, servido con pan baladi, aceite, limón y cebolla para suavizar el gusto. La mayor época de consumo se daba durante la primavera, cuando el retroceso del Nilo dejaba una gran cantidad de peces en proceso de descomposición.

  • Un platillo cultural

 Plato de feseekh.

Plato de feseekh.

Actualmente, el feseekh es consumido durante la festividad de primavera Nissim para celebrar esta parte la herencia cultural egipcia. Para su preparación, el mújol se seca al sol y luego se introduce por 45 días en unas urnas de madera, con la proporción justa de agua salada. La sal genera una cocción lenta que tiene como resultado un centro pastoso y gris, con un hedor particular.

  • Los riesgos del feseekh

 Pescados.

Pescados.

Si no se usa la porción de sal adecuada o si ya hay peces muertos alrededor (transmitiendo la bacteria del botulismo que se disemina en lugares anaeróbicos), se contamina y puede producir nauseas, parálisis, e incluso la muerte. De igual manera, los egipcios han reducido su consumo, ya que el país atraviesa una crisis económica y su precio no es barato.

Podría interesarte:


Fuente: bbc.com (Miriam Berger)

Imágenes: Istock