Teotihuacán: descubren el misterioso origen de un río de mercurio que corre por debajo de las pirámides
Los arqueólogos descubrieron grandes cantidades de mercurio líquido ocultas bajo la entrada de una enigmática cámara funeraria en la Pirámide de la Serpiente Emplumada.
Oculto bajo las pirámides
El arqueólogo Sergio Gómez dedicó un extenso período a explorar y analizar los túneles debajo de las pirámides de Teotihuacan con el propósito de localizar la antigua tumba de un destacado gobernante de la civilización ancestral.
El trabajo de investigación tomó un giro significativo cuando descubrió un indicio clave que lo acercó más a su objetivo de encontrar la tumba: grandes cantidades de mercurio líquido. Este hallazgo se encontraba en una cámara secreta al final del túnel, que había permanecido cerrada durante casi 2 mil años y se ubicaba debajo de la pirámide de la Serpiente Emplumada.
Mercurio debajo de Teotihuacán
Sorprendido por el hallazgo, Sergio Gómez y su equipo explicaron que el mercurio podría haber representado en el pasado un lago o río del inframundo en la imaginación de la antigua civilización que habitó la ciudad hace tantos años y de la cual se sabe poco.
Aunque se había encontrado mercurio en algunas zonas arqueológicas mayas, su presencia en lugares como Teotihuacan es novedosa. Si bien no hay certeza sobre el propósito de este material tóxico, expertos y aficionados a la historia del México antiguo especulan que el mercurio podría haber tenido propiedades mágicas o rituales para las civilizaciones antiguas.
Mercurio en la tumba de un gobernante
Podemos afirmar que el mercurio era un elemento poco común en el México prehispánico y que, seguramente, no cualquiera podía rodear su tumba con ríos de este material como símbolo del mundo de los muertos. Por lo tanto, es muy probable que la tumba que están buscando pertenezca a un personaje importante de esa misteriosa civilización.
Los misterios que envuelven a Teotihuacan están lejos de ser resueltos. Aunque aún no han encontrado la tumba, los arqueólogos continúan con sus esfuerzos. Descubrir la morada de un difunto podría ser clave para resolver una de las incógnitas que rodea a esta civilización.