Según un estudio publicado por la revista científica Nature Human Behavior, en conjunto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), el hallazgo de 478 antiguos centros ceremoniales, en el sur de México, evidenció una relación hasta hoy desconocida entre las civilizaciones mesoamericanas de los mayas y los olmecas.

Un diseño de ciudad nunca antes visto

El descubrimiento, facilitado por tecnología de mapeo láser aerotransportado (conocida como LIDAR por sus siglas en inglés), se dio en los estados de Veracruz y Tabasco, en donde se hallaron construcciones datadas entre los años 1050 a. C y 400 a. C., es decir, un tiempo antes del período Clásico Maya.

Fueron detectados asentamientos cuya estructura se basa en un patrón de plazas rectangulares, un diseño que, según explicaron los investigadores, no había sido vista nunca antes en la ciudad olmeca de San Lorenzo, la más antigua que se conozca.

Rituales cosmológicos

Según precisaron los investigadores, la evidencia hallada sugiere que estos sitios fueron lugares rituales, en donde la gente participaba de ritos que involucraron conceptos cosmológicos ligados a los movimientos de las estaciones.

"Los ejes este-oeste de algunos complejos estaban orientados hacia las direcciones de la salida del Sol en fechas específicas. Los centros fueron, probablemente, las primeras expresiones materiales de los conceptos básicos de los calendarios mesoamericanos", señalaron los expertos.

A modo de conclusión, el estudio menciona entre mayas y olmecas no hubo una relación de subordinación, sino  que algunos de los elementos de la cultura olmeca "fueron adoptados por los centros mayas posteriores, proporcionando una base importante para esta civilización".