Encuentran los restos de un ‘niño vampiro’ que resuelven un enigma histórico
En 2018, un equipo de arqueólogos internacionales descubrió en una tumba de la villa di Poggio Gramignano, en Italia, los restos de un niño de 10 años con una piedra en la boca. Los arqueólogos aseguraron que se trataba de una práctica común para evitar que el cuerpo volviera a la vida y atacara a los pobladores. Pero ahora, los expertos han descubierto algo incluso más importante sobre el llamado “Vampiro de Lugnano”.
Cementerio espeluznante
El sitio resultó ser un cementerio de niños, con decenas de cuerpos y restos de prácticas de magia y brujería, como huesos de animales, garras de cuervos y calderos de bronce. "Nunca había visto nada igual. Es extremadamente espeluznante y raro", dijo David Soren, arqueólogo de la Universidad de Arizona y supervisor de las excavaciones.
El enigma de Atila
No obstante, la gran revelación es que el ‘niño vampiro’, como también muchos otros de los restos, murió de malaria. Los restos fueron fechados alrededor del año 450 d.C., justo cuando Atila, el huno, misteriosamente desistió de invadir Roma. Se sabe que el Papa León I le advirtió que, si “atravesaba el valle del Tíber, él y sus hombres morirían por una 'pestilencia' que los azotaría". Gracias al ‘niño vampiro ahora se sabe que esa peste era una epidemia de malaria.